En Almazara LONGO, nos tomamos la calidad de nuestro aceite de oliva virgen extra muy en serio. Sabemos que detrás de cada botella hay un proceso minucioso que garantiza que lo que llega a tu mesa es lo mejor de lo mejor. Pero, ¿qué significa realmente cuando hablamos de "calidad"? Hoy queremos compartir contigo, de la manera más clara y cercana posible, qué es lo que hace que nuestro aceite sea tan especial. Vamos a desglosar algunos de los parámetros clave que determinan si un aceite puede ser llamado "virgen extra", y cómo Almazara LONGO se posiciona en cada uno de ellos.
Primero, hablemos de la acidez libre. Cuando mencionamos acidez en el contexto del aceite de oliva, no estamos hablando del sabor, sino de la cantidad de ácidos grasos libres presentes en el aceite. Este valor nos dice mucho sobre la frescura de las aceitunas y cómo fueron procesadas. Un aceite de oliva virgen extra, para ser considerado de máxima calidad, debe tener una acidez de 0,8% o menos. En nuestro caso, estamos orgullosos de decir que nuestro aceite tiene una acidez de solo 0,42%. Esto significa que las aceitunas que utilizamos estaban en perfecto estado y que el proceso de producción fue impecable.
Luego tenemos el índice de peróxidos. Este parámetro mide el nivel de oxidación inicial del aceite, es decir, cuánto se ha empezado a "envejecer" el aceite desde que fue producido. Un valor bajo indica que el aceite es fresco y está lleno de vida. El límite máximo permitido para un aceite de oliva virgen extra es de 20 meq O2/kg, y nuestro aceite se sitúa en un excelente 5,8 meq O2/kg. Esto es una señal clara de que estamos haciendo las cosas bien y que nuestro aceite llegará a tu mesa en las mejores condiciones posibles.
Otro aspecto importante es la extinción específica en UV. Sé que suena técnico, pero en realidad es una herramienta genial para saber si el aceite ha sido adulterado o si está empezando a perder su frescura. Hay dos valores clave aquí: K232 y K270. El K232 no debe superar 2,50, y en nuestro caso, estamos en un saludable 1,78. El K270 no debe ser mayor a 0,22, y el nuestro es de apenas 0,09. Estos números nos dicen que nuestro aceite es puro, sin ningún tipo de aditivo o aceite de menor calidad mezclado, y que conserva todas sus propiedades naturales.
No puedo dejar de mencionar los ésteres etílicos. Este es un parámetro relativamente nuevo, pero muy importante. Los ésteres etílicos indican si el aceite se produjo a partir de aceitunas frescas o si, por el contrario, hubo algún problema como fermentación en las aceitunas antes de la extracción. Cuanto más bajo sea el número, mejor. Nuestro resultado es inferior a 10 mg/kg, lo que demuestra que usamos aceitunas frescas y en perfecto estado.
Finalmente, quiero hablar de la extinción específica ΔK. Este valor nos ayuda a detectar cualquier tipo de manipulación en el aceite. Un ΔK de 0.000, como el nuestro, es el sueño de cualquier productor. Significa que no hay ninguna alteración, el aceite está exactamente como debería estar.
Todos estos números y parámetros pueden parecer abrumadores, pero en realidad son la garantía de que lo que estás consumiendo es un producto de primera calidad. En Almazara LONGO, no solo cumplimos con los estándares internacionales, los superamos. Y queremos que vos, como nuestro cliente, estés al tanto de todo. Creemos en la transparencia y en la importancia de que sepas exactamente lo que estás poniendo en tu plato.
Comprometidos con la transparencia
Compartimos los resultados analíticos de nuestro preciado AOVE.
Gracias por confiar en nosotros y por compartir nuestra pasión por el aceite de oliva virgen extra. Seguiremos trabajando cada día para ofrecerte un producto que no solo cumple, sino que supera todas las expectativas de calidad.
¡Salud! Y que disfrutes de cada gota de nuestro aceite.